Anemia aplásica

Anemia aplásica

La anemia aplásica severa (AAS) adquirida es una enfermedad poco frecuente en el grupo pediátrico. Se denomina anemia aplásica a un tipo de anemia producida por una alteración de las células precursoras de glóbulos rojos en la médula ósea. La anemia aplásica se puede producir por el daño de la célula madre (progenitora) de glóbulos rojos o, más frecuentemente, por el daño de la célula progenitora del total de células de la sangre. Por ello, la anemia aplásica suele también acompañarse de disminución en la sangre de otras células sanguíneas fabricadas en la médula ósea, como los glóbulos blancos (leucopenia) y las plaquetas (trombopenia). A la disminución de los 3 tipos de células a la vez se le denomina pancitot teyú penia. Las causas de esta enfermedad pueden ser de tipo hereditario o adquiridas, (Anemia aplásica, s. f.). 

Los síntomas de la anemia aplásica proceden de la anemia, que puede aparecer de forma brusca o lentamente, y produce cansancio, debilidad y sensación de falta de aire. Es frecuente que la anemia se asocie a bajada de plaquetas (trombopenia), por lo que puede aparecer sangrado fácil por la nariz, por las encías (de forma espontánea o al cepillarse los dientes), mayor sangrado menstrual (con la regla) y a veces manchas rojas en la piel (petequias). Si hay bajada de glóbulos blancos pueden aparecer úlceras en la boca, en la garganta, en la región del ano o en los genitales, y pueden aparecer infecciones graves, (Anemia aplásica, s. f.). 

La incidencia estimada es de 1 a 6 casos por millón de habitantes. El manejo actual de la AAS en el grupo pediátrico tiene dos aspectos: terapia de soporte y terapia específica. La terapia de soporte se realiza mediante transfusiones de productos sanguíneos, prevención y tratamiento de infecciones y uso de factores estimulantes de colonias hematopoiéticas. La terapia específica comprende:  Trasplante de precursores hematopoiéticos (TPH) de donantes genéticamente iguales de, por ejemplo; un donante hermano compatible, considerado el tratamiento de elección de la AAS en el paciente pediátrico y adulto joven. Más de 80% de los pacientes trasplantados tienen recuperación completa de función medular. Otro posible tratamiento es la terapia inmunosupresora combinada con corticoides, globulina antitimocítica y un inhibidor de la calcineurina (ciclosporina) por un período de tres o más meses junto con la terapia de apoyo.  Aproximadamente 60%-80% de los pacientes tratados así tienen mejoría de su función medular, la que puede ser completa o parcial, (Anemia aplásica, s. f.). 

 

Referencias 

Anemia aplásica: Causas, síntomas y tratamiento. (s. f.). Redacción Médica. Recuperado 19 de marzo de 2021, de https://www.redaccionmedica.com/recursos-salud/diccionario-enfermedades/anemia-aplasica

 

Cáncer infantil

Cáncer infantil

El cáncer infantil engloba numerosas tumoraciones o enfermedades que se caracterizan por el desarrollo de células anormales que se dividen, crecen y se esparcen sin control en cualquier parte del cuerpo y puede aparecer en cualquier momento de la niñez y la adolescencia (¿Qué es el cáncer infantil?, s. f.). A diferencia del cáncer en adultos, la inmensa mayoría de los cánceres en los niños no tiene una causa conocida. Muchos estudios han tratado de identificar las causas del cáncer infantil, pero son muy pocos los cánceres causados por factores ambientales o relacionados con el modo de vida en los niños. Las medidas de prevención del cáncer en los niños deben centrarse en los comportamientos que impedirán que desarrollen cánceres prevenibles cuando sean adultos (El cáncer infantil, s. f.). a continuación, se enlistan los principales tipos de cáncer infantil:  


  • Leucemias
  • Retinoblastoma
  • Tumores renales
  • Tumores hepáticos
  • Tumores óseos
  • Tumores cerebrales
  • Tumores germinales
  • Rabdomiosarcomas
  • Tumores del sistema
    nervioso simpático
  • Sarcomas de tejidos
    blandos
  • Linfomas
  • Tumor de Wilms
  • Neuroblastomas
  • Histiocitosis


Cuando el cáncer se detecta en una fase temprana, es más probable que responda a un tratamiento eficaz y aumenten las probabilidades de supervivencia, se reduzca el sufrimiento y el tratamiento resulte más económico y menos intensivo. Se puede mejorar significativamente la vida de los niños con cáncer si la enfermedad es detectada oportunamente y se evitan los retrasos en el tratamiento. De igual manera, un diagnóstico correcto es vital para tratar a esos niños, porque cada cáncer requiere un régimen terapéutico concreto que puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia (El cáncer infantil, s. f)


El cáncer infantil representa una de las principales causas de morbimortalidad en nuestro país. En el grupo de 5 a 14 años, ocupa el segundo lugar entre las diez causas más frecuentes de muerte. A pesar de estas cifras tan alarmantes, en México el sistema de salud es insuficiente para atender a toda la población de niños con cáncer que se diagnostican diariamente. Para tener una idea precisa baste decir que una sola institución de tercer nivel (alta especialidad) como el Instituto Nacional de Pediatría, atiende anualmente cerca de 500 casos nuevos de cáncer y un promedio de 9,500 pacientes que ya se encuentran en tratamiento. Afortunadamente el concepto de la palabra CÁNCER ha cambiado, ya que por sí sola en épocas pasadas era sinónimo de fallecimiento. Hasta hace algunas décadas, alrededor de los años 60 del siglo XX, la posibilidad de curación del niño con cáncer no rebasaba el 50%. Actualmente, la posibilidad de recuperación es hasta un 70%; este porcentaje puede ser mayor o menor, lo que dependerá de factores de riesgo propios de cada paciente, como el tipo de cáncer, la edad y etapa de la enfermedad entre los más importantes El cáncer es potencialmente curable siempre y cuando se diagnostique correcta y oportunamente; asimismo, que se dé el tratamiento debido que consiste principalmente en quimioterapia, radioterapia y cirugía según sea el caso. Desafortunadamente la atención de esta enfermedad es muy costosa, prácticamente inaccesible a la población con escasos o medianos recursos. La pobreza es el principal factor responsable del abandono del tratamiento y consecuentemente de la falla terapéutica, (Cardós, s. f.). 

Referencias 

Cardós, D. R. C. (s. f.). Servicio de Oncología Instituto Nacional de Pediatría Correo electrónico: Oncoped_inp@hotmail.com. 2.

¿Qué es el cancer infanti? (s. f.). Recuperado 18 de marzo de 2021, de http://www.imss.gob.mx/oncologia-pediatrica/que-es-cancer-infantil

 

 

Cuidados paliativos en pacientes pediátricos

Cuidados paliativos en pacientes pediátricos

El principal objetivo médico durante las etapas iniciales de cualquier padecimiento es lograr el control o la curación de la enfermedad, lo cual implica, en muchas ocasiones, tratamientos muy agresivos. Sin embargo, existen situaciones en las que el manejo deja de ser útil o los efectos adversos superan a los propios beneficios. En estas situaciones, el objetivo del tratamiento cambia y el paciente y/o el médico desean modificar el manejo. Durante la evolución del padecimiento, cuando el médico y el paciente se enfrentan a la dolorosa e inexorable realidad de la evolución natural de la enfermedad, llega el momento cuando son necesarios los cuidados paliativos. En 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS), define en forma general como al tratamiento paliativo como; “el cuidado integral de los pacientes cuya enfermedad no responde al tratamiento curativo. El control del dolor y otros síntomas y de los problemas psicológicos, sociales y espirituales es primordial. La meta de los cuidados paliativos es lograr la mejor calidad de vida para el paciente y sus familiares”, (Chirino-Barceló, 2010).

Ante la enfermedad crónica y grave del niño, el personal médico y los familiares pueden sentirse incapaces de aplicarla, ya que se encuentran forzados a elegir entre la cura y las intervenciones dirigidas al bienestar, las cuales se consideran mutuamente excluyentes, (Chirino-Barceló, 2010).

Una enfermedad terminal se define como una condición inexorable, no importa que reciba o no tratamiento, que muy probablemente fallecerá en un período de tres a seis meses. En el momento actual, estamos ante una enfermedad terminal (ET) cuando existe un estado clínico que prevea expectativa de muerte en un breve lapso de tiempo, (Chirino-Barceló, 2010). 

Los criterios diagnósticos de ET son: 1. Presencia de una enfermedad avanzada, progresiva e incurable. 2. Falta de posibilidades razonables de respuesta al tratamiento específico. 3. Presencia de numerosos problemas o síntomas intensos, múltiples, multifactoriales y cambiantes. 4. Gran impacto emocional en el paciente, la familia y el equipo terapéutico, ante la posibilidad de muerte. 5. Pronóstico de vida en el que se incorporan criterios centrados en las necesidades del paciente, (Chirino-Barceló, 2010).

Este diagnóstico debe llevarse a cabo por lo menos por dos médicos, uno de los cuales es el encargado del paciente o médico tratante, y el otro sin relación con el paciente. Para poder hacer el diagnóstico de enfermo terminal. 

El término de “cuidado paliativo” es difícil de entender para el médico; en muchas ocasiones, se entiende su práctica en el cuidado del enfermo terminal. Debe capacitarse al personal que dará atención al paciente, sea trabajador de salud o familiar, en la elaboración de aspectos específicos del cuidado paliativo, haciendo hincapié en que el cuidado paliativo es parte del cuidado de un niño portador de una enfermedad aguda o crónica. El cuidado paliativo implica un alivio del sufrimiento físico, psicológico, social, emocional y espiritual, (Chirino-Barceló, 2010). 

Los cuidados paliativos se dividen en específicos e inespecíficos. Los específicos son cuando se emplea cirugía, radioterapia, quimioterapia, transfusiones sanguíneas, etc. Los inespecíficos son analgesia, alimentación, hidratación, constipación, manejo de escaras, vómito, higiene, insomnio, ansiedad, tratamiento de la depresión, apoyo psicológico, social y espiritual, (Chirino-Barceló, 2010).

Objetivos de un programa de cuidados paliativos en pediatría

  1. La admisión de un paciente pediátrico a un programa de cuidados paliativos se llevará a cabo cuando sea muy poco probable que el niño llegue a ser adulto. 
  2. No tiene como objetivo acortar la vida, sino controlar los síntomas físicos y emocionales de manera digna para el paciente y su familia. 
  3. No precipitar ni posponer la muerte. 
  4. Iniciar el apoyo desde el principio del diagnóstico. 
  5. Buscar mejorar la calidad de vida del niño y su familia. 
  6. Proporcionar confort. 
  7. Otorgar una atención integral, individual y continua, aceptando los valores, deseos y creencias del niño como parte de un todo.
  8. Impulsar valores y humanismo. 
  9. Debe existir la promoción de la verdad. 
  10. El manejo debe estar constituido por un equipo multidisciplinario, las 24 horas del día, los 365 días del año, con la salvedad de que cualquiera de los miembros del equipo estará capacitados para servir de apoyo en las necesidades del niño o sus familiares. 
  11. Proporcionar instrumentos a los padres, tutores y el resto de los familiares para la comunicación e interrelación con el niño respecto a su enfermedad, condición, expectativas, etc. 
  12. Otorgar apoyo emocional y espiritual continuo.
  13. Complementar el tratamiento curativo cuando sea aplicable. 
  14. Reafirmar la vida y ver la muerte como un proceso natural. 
  15. Los cuidados paliativos no terminan con el fallecimiento del paciente; el apoyo del duelo debe llevarse a cabo tanto tiempo como sea necesario para todas aquellas personas afectadas por la muerte del niño. 
  16. Marcar metas y límites para una terapia en un niño con enfermedad crónica. 
  17. Tomar decisiones adecuadas al final de la vida.

 

En las últimas décadas, se ha reconocido la importancia del apoyo espiritual de los pacientes y el medio que los rodea. Los niños en etapa terminal tienen creencias espirituales muy profundas, las cuales emergen aún más al momento en que nos cuestionan sobre la vida y la muerte. La búsqueda del significado y el entendimiento del proceso están en relación directa con la edad, la relación familiar y/o emocional que se tiene con el paciente, por lo que es indispensable conocer las diferentes necesidades y percepciones, de acuerdo al lugar que cada uno ocupa en el proceso. Los niños, por lo general, están más deseosos y abiertos que los padres para discutir la muerte y los misterios que ésta oculta. Los eventos que acontecen durante el proceso de muerte son definidos como “la transformación espiritual a través de la disolución gradual del ego y lo que rodea al individuo llevándolo a su parte más básica”; en los niños existe una habilidad natural de llevar a cabo esta transición, ya que están mucho más conscientes de su condición elemental, además de que tienen un menor desarrollo del ego. Durante el proceso de muerte, el equipo de salud involucrado se convierte en “estudiante de la vida”, y los niños se transforman en los “maestros”, poniendo ante nuestros ojos las riquezas que dan las experiencias humanas, nos dan enseñanzas de humildad que nos muestran la belleza de la esencia de la vida, (Chirino-Barceló, 2010).

 

Referencias 

Chirino-Barceló, Y. A. (2010). Cuidados paliativos en pediatría. Bol Med Hosp Infant Mex, 67, 1

 

Diabetes Mellitus

Diabetes Mellitus

La diabetes mellitus es uno de los grandes problemas mundiales de salud y es considerada una enfermedad social, no sólo por su elevada frecuencia, sino también por su gran coste económico. En los últimos años ha crecido enormemente el interés acerca de los aspectos psicosociales y de la calidad de vida en las enfermedades crónicas, en particular la diabetes, (Chamorro et al., 2002).

La diabetes mellitus es un trastorno metabólico grave que impide al cuerpo la descomposición y uso normal de alimentos, especialmente de azúcares (carbohidratos). Puede afectar el corazón, los vasos sanguíneos, los riñones y el sistema neurológico y puede provocar la pérdida progresiva de la visión con el paso del tiempo. Existen varios tipos de diabetes, pero las más comunes son las llamadas diabetes tipo 1​ y tipo 2.  Ambas formas pueden ocurrir a cualquier edad, pero un niño tiene más probabilidad de recibir un diagnóstico de diabetes tipo 1.

Diabetes tipo 1

Es causada por una producción inadecuada del páncreas de la hormona insulina. Cuando esto sucede, el cuerpo no puede metabolizar el azúcar de forma adecuada lo que conlleva a que se almacene en la corriente sanguínea; estos azúcares (llamados también glucosa) no pueden ser usados por el cuerpo y se expulsan por la orina y con esta se lleva agua (Diabetes infantil, s. f.).

Mientras que la diabetes tipo 1 puede iniciarse a cualquier edad, se presentan periodos máximos cerca de los 5 a 6 años y nuevamente de los 11 a los 13 años de edad. La primera señal es por lo general un aumento en la frecuencia de la micción (orinar), incluyendo reincidencia de la enuresis nocturna (mojar la cama) en niños que ya saben cómo ir al baño por sí solos. También se presentan otros síntomas como, por ejemplo, tener mucha sed y sentirse muy cansado, bajar de peso y un aumento de apetito, (Diabetes infantil, s. f.)

La diabetes tipo 2

 Se le conocía antes como “de comienzo en la edad adulta” ya que los niños casi nunca la adquirían. Sin embargo, con el aumento de las tasas de obesidad, un número creciente de niños están siendo diagnosticados con esta forma de la enfermedad, algunos tan jóvenes como de 10 año de edad. Además de los problemas de peso, otros factores de riesgo de la diabetes tipo 2 incluyendo, tener un familiar con la enfermedad, haber nacido de una madre con diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional), u otros problemas médicos que afectan la forma como el cuerpo responde a la insulina. Los síntomas son parecidos a los de la diabetes tipo 1 y pueden manifestarse de forma gradual.  Áreas de la piel oscuras, especialmente cerca del cuello o las axilas son comunes también (Diabetes infantil, s. f.).

La diabetes, a diferencia de otras enfermedades crónicas, requiere un extraordinario esfuerzo para el autocontrol, lo que puede producir un estrés psicosocial y psicológico añadido que afectaría de manera desfavorable al enfermo con esta condición. Por ello, la diabetes es una enfermedad que requiere grandes ajustes en el estilo de vida y una amplia educación del paciente. El médico que trata al niño y al adolescente diabético tiene un papel fundamental como asesor y debe estar atento a los problemas emocionales habituales de su enfermo. Los problemas emocionales pueden ser tan importantes que indiquen la necesidad de asistencia psicológica, en particular si estos son responsables de incumplimiento terapéutico o de un mal control metabólico, (Chamorro et al., 2002).

Referencias 

Chamorro, M. J. M., Martínez, I. L., & Tomás, C. L. (2002). Perfil psicosocial de niños y adolescentes con diabetes mellitus. 42, 6.

Diabetes infantil. (s. f.). HealthyChildren.org. Recuperado 18 de marzo de 2021, de https://www.healthychildren.org/Spanish/health-issues/conditions/chronic/Paginas/Diabetes.aspx

 

Instituto nacional de pediatría

Instituto nacional de pediatría

El Instituto Nacional de Pediatría, es una institución de asistencia pública perteneciente a la Secretaría de Salud de México, su especialidad es la Pediatría y forma parte de un sistema de 12 hospitales de alta especialidad que dan servicios de salud pública a la población mexicana,​ fue fundado el 6 de noviembre de 1970, bajo el nombre de Hospital Infantil de la Institución Mexicana de Asistencia a la Niñez (IMAN), el 19 de abril de 1983 se publica en el Diario Oficial de la Federación un decreto del entonces presidente de México, Miguel de la Madrid en que le otorga el nombre actual, autonomía y su descentralización bajo la coordinación de la Secretaría de Salud, (Cardós, s. f.).​

El hospital trabaja en colaboración con otras instituciones del sector salud se ha establecido una red denominada de «referencia y contrarreferencia» que permite canalizar adecuadamente a los pacientes al nivel de atención que requieren para atender su padecimiento. Existen tres niveles de atención: 1ero, 2do y 3er. Nivel. El Instituto Nacional de Pediatría es una institución de 3er. Nivel, atiende padecimientos que ameritan especialistas médicos, los cuales abarcan padecimientos malignos, defectos congénitos y genéticos, problemas inmunológicos, endócrinos, renales, neuromusculares y dermatológicos, entre otros, (Investigación | Instituto Nacional de Pediatría | Secretaría de Salud, s. f.).

Estos son los padecimientos que despiertan el mayor interés de médicos e investigadores por demostrar la utilidad de nuevos métodos diagnósticos y tratamientos novedosos, por profundizar en el conocimiento de los agentes externos y los procesos orgánicos que los producen y por implantar las estrategias que favorezcan su prevención y tratamiento, (Investigación | Instituto Nacional de Pediatría | Secretaría de Salud, s. f.).

El Instituto Nacional de Pediatría tiene como misión brindar atención médico-quirúrgica de elevada complejidad a la población infantil, para ello cuenta con pediatras especialistas en: Alergia, Cardiología, Cirugía Cardiovascular, Cirugía General, Cirugía Oncológica, Cirugía Plástica y Reconstructiva, Cirugía de Tórax y Neumología, Comunicación Humana, Dermatología, Endocrinología, Estomatología, Gastro-Nutrición, Genética, Hematología, Infectología, Inmunología, Medicina Física y Rehabilitación, Medicina Interna, Nefrología, Neonatología, Neurología, Neurocirugía, Oftalmología, Oncología, Ortopedia, Otorrinolaringología, Parasitología, Radioterapia, Salud Mental, Salud Reproductiva, Urología y Urgencias, (Investigación | Instituto Nacional de Pediatría | Secretaría de Salud, s. f.).

 

La atención de los niños inicia por su acceso a los servicios del Instituto a través de la Consulta Externa, o en su caso, por el Servicio de Urgencias.  De ahí, se transfieren, según el caso a los servicios ambulatorios de especialidades u hospitalización; en caso de no requerir atención de 3er. Nivel, Trabajo Social los orienta y los canaliza al servicio donde serán mejor atendidos, (Investigación | Instituto Nacional de Pediatría | Secretaría de Salud, s. f.). 

El hospital cuenta con 10 salas de cirugía, en las que se realizan todo tipo de procedimientos, entre los que se pueden mencionar los trasplantes de riñón y médula ósea; para el hospital es prioridad ampliar sus programas de trasplantes y poder abarcar otros órganos, por lo cual se busca el apoyo de la población en general para realizar donación voluntaria, (Investigación | Instituto Nacional de Pediatría | Secretaría de Salud, s. f.). 

El hospital cuenta también con el Banco de Sangre, el cual ha recibido la Certificación ISO 9001-2000, siendo el primer Banco de Sangre de los Institutos Nacionales de Salud que obtiene esta certificación. También se proporcionan servicios auxiliares de diagnóstico y tratamiento como son: rayos X, medicina nuclear, neurofisiología, tomografía computada, entre otros. Adicionalmente, el Departamento de Análisis Clínicos y Estudios Especiales cuenta con ocho laboratorios y un área de toma de productos, mismos que se encuentran certificados bajo la Norma ISO 9001:2000. Los estudios que se realizan van desde una determinación de glucosa hasta los de histocompatibilidad, que permiten una mejor selección de la pareja donador-receptor, (Investigación | Instituto Nacional de Pediatría | Secretaría de Salud, s. f.).

Desde febrero de 1997 el hospital cuenta con el Programa de Introducción al Proceso de Hospitalización (PIPHOS), el cual se encarga de orientar a los familiares de los pacientes hospitalizados sobre los trámites, requisitos y horarios de visita, así como aspectos generales sobre higiene, alimentación y medidas preventivas al interior de la institución (uso de bata, cubrebocas, lavado de manos), todo ello para brindar una mejor atención médica, en conjunto con la familia, (Investigación | Instituto Nacional de Pediatría | Secretaría de Salud, s. f.).

La Investigación científica es parte sustancial del Instituto Nacional de Pediatría y la Dirección de Investigación desempeña sus actividades, de acuerdo a las prioridades nacionales o internacionales en materia de salud. Se realizan estudios con sujetos de todo nivel de atención, e incluso sanos, dependiendo de los temas de investigación que sean prioritarios a nivel nacional o internacional, o de aquellos que no se conocen en cuanto a características de expresión clínica o frecuencia, (Investigación | Instituto Nacional de Pediatría | Secretaría de Salud, s. f.). 

 

Referencias 

Cardós, D. R. C. (s. f.). Servicio de Oncología Instituto Nacional de Pediatría Correo electrónico: Oncoped_inp@hotmail.com. 2.

Investigación | Instituto Nacional de Pediatría | Secretaría de Salud. (s. f.). Recuperado 19 de marzo de 2021, de https://www.pediatria.gob.mx/investigacion/Investigacion.html